El teatro, como una expresión de la cultura, tiene también en Santiago del Estero, un arraigo que se remonta a los albores de la colonia española.
A principios Siglo XVII, los hijos de la Compañía de Jesús siembran en este terruño el primer indicio de este arte, al representar “La vida de San Ignacio de Loyola”; la que podría ser la primera obra en el actual territorio argentino.
Esta manifestación cultural se proyectó a la sociedad santiagueña sutil y desapercibida durante muchos años, hasta que en el siglo XIX comenzaron a llegar compañías teatrales, que representaban sus obras, en locales acondicionados a tal fin.
El arte teatral comenzó a cundir paulatinamente y ya en el siglo XX, grandes escritores santiagueños y de importante proyección nacional abrazaron el género entre sus grandes obras literarias: Ricardo Rojas y Bernardo Canal Feijoó. Ambos fervorosos defensores de lo tradicional, se constituyen así en los más puros exponentes del teatro en lo referente a la “temática regional”.
Santiago comienza así un fecundo período de producciones que adhieren a esta denominación. En ella se hace referencia a la mitología, a las costumbres, a las cuestiones vernáculas y también a momentos y figuras preponderantes de la historia provincial.
Las obras eran representadas por actores locales que, incentivados con la creación del Instituto de Arte de la Sociedad Sarmiento, sintieron un ponderable factor de estímulo a su vocación escénica, hasta conformarse La Compañía Experimental de Arte Dramático y tiempo después otros grupos de teatro vocacional.
Representaron sus obras dentro y fuera de la provincia y la calidad de la escenificación estimuló la creación de los literatos locales. Blanca Irurzum, Emilio Christensen, Clementina Rosa Quennel, Carlos Flores y también Cristóforo Juárez que rescata en una pieza teatral a La Rubia Moreno, criolla que apoyara las huestes de Taboada en la Batalla de Pozo de Vargas. Más tarde otros autores se introducen en este género Héctor Marinoni y Pedro Irán Lavaisse.
Posteriormente, Victoria Jozami realiza comedias musicales, teatro para niños, retomando de alguna manera el matiz regional, dando vida a animales autóctonos, enmarcados en ambientes folklóricos.
La contemporaneidad y la sociedad moderna impulsan nuevos aires a la temática teatral. Raúl Dargoltz aborda el género para dar tratamiento a la realidad histórica, social y económica de Santiago del Estero, incorporando para la puesta en escena grupos de teatro independientes y de la Universidad Nacional de Santiago del Estero.
El teatro santiagueño sigue vivo y activo, con nuevas temáticas y formaciones actorales y escenográficas, evolucionando, capacitándose, proyectándose hacia el mundo, pero manteniendo siempre la impronta de su estilo moldeado a imagen y semejanza de la cultura local.
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