El mito es la “creencia”, es lo desconocido y
que por ello atrae al género humano.
La leyenda es cuando esa creencia o mito
se transforma en un relato con principio,
argumento y fin, adquiriendo las características
sociales y culturales de la región.
Santiago del Estero acuna en sus tradiciones un especial misticismo, que se apropia de la vida cotidiana y forma parte del imaginario popular.
Herencia indígena que amalgamada con los principios del catolicismo, han dado lugar a creencias que se han transmitido de generación en generación, perviviendo en el lenguaje común del santiagueño y en sus expresiones artísticas más notables.
Las leyendas surgen en forma de “cuentos” o “relatos”, con el propósito de dar una respuesta ejemplificadora a problemas sociales tabúes y otros de difícil explicación natural.
Siempre enmarcadas en el terreno de lo sobrenatural, con un fuerte acento de “misterio inexplicable” y muertes trágicas, las leyendas tienen la finalidad de constituirse en enseñanzas para las generaciones futuras.
Temas como el incesto, el adulterio, la lujuria, la avaricia, la maldad, el respeto por la naturaleza, por las relaciones familiares y hasta la peligrosidad de nuestros ríos o la invocación de milagros o buenaventuras, toman cuerpo en las leyendas, transformándose en ficciones regidas por “mandamientos rectores”, cuya estricta observancia permitirá evitar el mal y formar a las descendencias, en la moral y las buenas costumbres.
Las leyendas forman parte del acervo cultural de Santiago del Estero, su riqueza creativa, sus precisiones y encanto envuelven a ese ser ancestral que vive en cada santiagueño y su mágico realismo desdibuja la frontera entre lo real y lo imaginario.
Los mitos y las leyendas no tienen lugar ni tiempo, siempre son parte del terruño del narrador y es esa perdurabilidad y pertenencia, la que permite legitimar sus enseñanzas y formar parte de la cotidianidad del santiagueño.
Entre este los mitos y leyendas más conocidos, se pueden mencionar: la Telesita, la Mayu Maman, la Salamanca, el kakuy, el Crespín, el Sachayoj, el Runauturungo, el Toro Yacu, el Supay, el Almamula, el Huayra Muyoj y tantos otros que constituyen un tesoro para la literatura popular de Santiago del Estero.